
Por: Marlon Laguna
Comayagua-Honduras. A muy tempranas horas de la mañana, José Evelio Gonzales de 63 años de edad, carretilla en mano recorre habitualmente distintos barrios y colonias de la ciudad de Siguatepeque en busca del sustento diario a través de la recolección de basura.
Pero las condiciones precarias por la que actualmente atraviesa el señor Gonzales no siempre fueron así, ya que hace apenas un año contaba con un trabajo permanente y estable como vigilante en una propiedad privada hasta ser despedido producto de la crisis económica por la que atraviesa el país,aseveró.
«Recorro a diario varios lugares entre ellos el barrio Suyapita y San Miguel, los días jueves recorro gran parte de la Calle 21 de Agosto ya que son las zonas donde recolecto más envases de plástico, latas y botes, ganándome diariamente unos 200 lempiras ( alrededor de 8.27 $ dólares americanos )», expresó.
«Tengo como un año de dedicarme al reciclaje, antes yo trabajaba de cuidar una propiedad, no tenía nada que hacer y entonces me puse a trabajar, por la voluntad de Dios el pan de cada día lo consigo a través de esto, salgo a recolectar la basura a partir de las 7:30 de la mañana y regreso a las 2:00 de la tarde», detalló.

Así mismo, Gonzales dijo que en ocasiones apenas logra recolectar entre 50 a 100 lempiras al día ( de 2 a 4 dólares ) en materiales reciclables, decidiendo acumular (basura) para posteriormente venderla y poder agenciarse de una sola vez entre dos a tres mil lempiras equivalentes a unos 120 a 80 dólares mensuales, indicó.
«Con eso pago luz y pago el agua, de casa pago muy poco pero siempre pago y lo demás lo dejo para la comida, ahorita hay demasiada competencia, a veces se haya muy poco pero Dios da para todos sus hijos, aunque sea un poquito», pronunció.

«Donde ya han pasado otros yo paso después y consigo otro poquito porque ahorita hay demasiada competencia, ahorita hasta niños andan recogiendo basura, se miran unos niños que da pesar ver, a diario es un montón de gente por todos lados, muchas veces cuando yo paso ya han pasado, un montón de gente anda recogiendo botes», puntualizó.
Por lo antes expuesto, sin duda alguna la conocida frase «La basura de unos es el tesoro de otros» toma más vigencia que nunca, ya que debido a la crisis económica por la que atraviesa el mundo generada por el Coronavirus, afecta directamente y con mayor fuerza a los países menos desarrollados como en el caso de Honduras.
Sumado a esto, la devastación causada en el año 2020 por los fenómenos naturales Eta e Iota, dejó al país centroamericano en condiciones económicas aún más frágiles, por lo que muchas personas perdieron sus negocios, modos de sustento y empleos, teniendo que reinventarse a través de la resilencia para poder sacar adelante a sus negocios, empresas y familias.

En ese sentido,se estima que debido a la crisis económica generada por la pandemia de la covid-19 y por los desastres causados por los fenómenos naturales Eta e Iota en Honduras, numerosas personas del país ha pasado de la pobreza a la indigencia, viéndose en la necesidad de buscar el sustento diario a través de la recolección de desechos sólidos en calles y distintos «botaderos» de basura existentes en sus localidades.
De la mima forma, centenares de personas de la ciudad de Siguatepeque se han sumado a la tarea de encontrar entre la basura su supervivencia, como es el caso de nuestro próximo entrevistado quien por razones obvias no quiso revelar su nombre por lo que lo identificaremos con el seudónimo de «Carlos» a efecto de tener una mejor comprensión del presente trabajo de investigación.
«Carlos» nos manifiesta que es un albañil y electricista de profesión, pero que por circunstancias económicas se vio en la necesidad de recolectar basura para posteriormente vendarla en las empresas receptoras de desechos sólidos de la ciudad de Siguatepeque», declaró.

«Yo trabajo de albañil y de electricista donde me gano diariamente 350 lempiras más la comida (16.40 $), cuando me dedico a recolectar basura gano entre 220 a 250 lempiras (10.34 dólares), cuando no trabajo de albañil me dedico a esta actividad, yo diariamente me recorro Chorreritas y la colonia Mata, yo camino solo, no tengo esposa ni hijos solo mi mamá pero no vivo con ella», explicó.
Seguidamente, el entrevistado manifestó que últimamente ha observado a muchas personas dedicándose a trabajos de pepenador : » Yo miro que muchas familias se dedican a esto, aquí cerca hay una familia que se dedica directamente a la recolección de botes y basura, con eso subsisten, hay gente que viene en carros y venden hasta 2 mil lempiras en reciclaje (82.74 $), aseguró.

Por su parte el jefe de la Unidad Desconcentrada de Desechos Sólidos, Santiago López, informó que a través del nuevo relleno sanitario ubicado en la zona, se han identificado a grupos vulnerables como los pepenadores con el fin de mantener acercamientos con los mismos para mejorar sus condiciones de recolección de residuos sólidos, afirmó.
«Una vez que se inició con las actividades del cierre técnico del anterior botadero de basura, se implementaron medidas regulatorias para prever que las actividades de recolección se hagan de manera ordenada dentro del ciclo de exposición final, eso incluye crear horarios de acceso, identificar a cada uno de los pepenadores y tener un registro diario y semanal de cada uno de los que ingresan, las actividades de separación y recolocación ya son programadas entre ellos mismos», refirió.

Al ser consultado sobre si la alcaldía de Siguatepeque maneja información del número de personas que se dedican a la recolección de basura en las zonas urbanas de ese municipio, el jefe respondió que no tenían datos ajustados sobre el tema pero sí se pronunció sobre el número de familias que a diario realizan labores de juntar materiales reciclables en el relleno sanitario, confirmó.
«Hay más de 16 familias que de ahí generan sus ingresos (80 personas aproximadamente), esta cifra se mantiene pese a la crisis económica causada por la Covid-19 gracias a la regulación y orden de ingreso de los pepenadores al relleno sanitario, en las calles sí se ha incrementado el número de personas recolectoras de basura», destacó.

Del mismo modo, Santiago agregó que aparte del relleno sanitario existen cuatro empresas receptoras de residuos sólidos en el municipio localizados en el barrio San Miguel, Zaragoza, Las Mercedes y sobre la carretera CA-5, enumeró.

Sobre la cantidad de residuos sólidos que genera la ciudad de Siguatepeque, López respondió que a diario se recolectan más de 60 toneladas de basura equivalentes a unas 1,800 toneladas de desechos al mes, pero que no cuentan con un estudio financiero para cuantificar y establecer el valor monetario que genera la misma, reveló.

«Sí sabemos que cuando el día está bueno algunos pepenadores tienen un ingreso promedio entre los 200 a 150 lempiras (8.27 a 6.20 $) y cuando el día está malo entre 80 a 60 lempiras (3.30 a 2.48 $)», añadió.
«Desde hace cuatro años atrás, se han hecho intentos por identificar el número de familias que se dedican a la recolección de la basura en la ciudad, pero los datos son muy variantes, los enfermos alcohólicos son más constantes como recolectores de basura para efectos de comercialización como el plástico, cartón, hierro, aluminio, cobre y botellas vidrio entre otras», argumentó.
Por otro lado, el propietario de una de las empresas clasificadoras y recolectoras de desechos sólidos de la zona quien por razones de seguridad prefirió omitir su nombre, mencionó que alrededor de 80 personas llegan a diario hasta sus instalaciones para vender sus desechos sólidos recolectados, precisó.

«Ha cambiado la mentalidad de las personas por lo que pepenadores tradicionales han tenido que sufrir un poco porque los propietarios de viviendas ya no desechan materiales reciclables, entre un 25 a 30 % a aumentado el número de personas que se dedican al reciclaje, personas particulares que antes no se dedicaban a eso ahora lo hacen»,atestiguó.
«No es que realmente se dediquen a eso, sino que por los problemas económicos es que han optado por no botar la basura reciclable, salen a venderlos para conseguir algunos centavitos, hay personas que se pueden hacer entre 200 y 300 lempiras diarios dependiendo de lo que recojan, hay gente que encuentra ropa, enceres domésticos en mal estado y otros encuentran cobre y otras cosas de mayor valor», testificó.
Igualmente , el empresario expuso que los desechos sólidos que a diario compran se agrupan esencialmente en metales, plásticos y textiles: «entre los textiles tenemos el papel que se paga a 1.30 de lempira la libra y el cartón a 0.80 la libra»,especificó.

«Entre los metales se encuentran los ferrosos y no ferrosos, como el hierro sólido y hierro delgado que se pagan a 2.50 y 1.50 la libra respectivamente, el cobre lo pagamos a 54 lempiras la libra, el bronce a 20 lempiras la libra, el aluminio a 9 lempiras la libra, las latas de jugo y de cerveza a 11.50 la libra, entre los plásticos tenemos el más común que es el PET como el de la Coca-Cola que lo compramos a 3.50 la libra, el plástico HDPE a 1.50 la libra y los variados de polipropileno a un lempira la libra», pormenorizó.
«Nosotros vendemos mensualmente un promedio de 20 mil libras de plástico PET, en plásticos HDPE y polipropileno un promedio de 3,500 libras semanales, con el cobre vendemos entre 500 a 400 libras semanales, el aluminio 800 libras semanales, en hierro de manera general unas 40 mil libras al mes, el cartón entre 3 mil a 4 mil libras mensuales y el papel unas 8 mil libras mensuales, el bronce se vende muy poco solamente unas 200 libras al mes», agregó.

Para finalizar, el empresario sostuvo que para cubrir la demanda de su negocio, se necesita mantener un promedio diario de entre 17 mil a 20 mil lempiras (703.35 a 827.47 $), aparte de los salarios de los 10 empleados permanentes que laboran en su empresa, formuló.
Si asumimos que en los cuatro centros de acopio de desechos sólidos existentes en la ciudad de Siguatepeque acuden similar número de personas para vender sus productos reciclables (80 personas), nos permite inferir y promediar que alrededor de 320 individuos se dedican a recolectar basura con propósitos de reciclaje (80 x 4 = 320) , y si a esa cantidad le agregamos los 80 pepenadores del relleno sanitario reportados por la UMA , nos indica que alrededor de 400 personas de ese municipio se ocupan de recoger desechos sólidos en las calles.
De la misma forma, si consideramos que cada empresa recolectora de desechos sólidos mantiene una demanda similar de dinero de 20 mil lempiras diarios (827.47 $) como lo antes expresado, nos daremos cuenta que la cantidad en lempiras que se requiere para el funcionamiento de las cuatro empresas es de unos 80 mil lempiras al día (3,309.88 $), alrededor de 2, 400,000.00 lempiras al mes (99,296.64 $) y 28, 800,000.00 lempiras al año (1, 191,559.78 $).

Referente al tema, el economista y Máster en Políticas Públicas David Carias, manifestó que después de realizar algunos análisis en Siguatepeque vinculados con el acontecimiento económico, territorial y consolidación de la alcaldía municipal, se determinó que dentro de los 298 municipios existentes en Honduras, el distrito de Siguatepeque se encuentra en el dieciseisavo (16) puesto, situándose entre los primeros lugares del país, informó.
«Esto no significa que Siguatepeque se encuentra en una condición favorable con el resto del país ya que son cifras que no pueden ser consideradas como aceptables, estamos en niveles de pobreza bastantes altos, nos estamos dando cuenta que es necesario generar un proceso de políticas públicas orientadas al crecimiento económico y calidad de vida de sus habitantes», advirtió.
«El índice de pobreza nos dice que los habitantes se han visto efectos por la pandemia Covid-19 al igual que por los efectos que a nivel regional se suscitaron con los fenómenos naturales Eta e Iota reduciendo la actividad económica en Honduras «, recalcó.

Así mismo , Carías reconoció que no se tienen cifras precisas sobre los efectos negativos de dichas situaciones (pandemia y fenómenos naturales), pero que se puede ver de forma inmediata la cantidad de personas buscando mejores derroteros en otros países, lamentó.
«Siguatepeque es uno de los mayores impulsores de flujo migratorio, es importante definir que el índice de desarrollo humano de Siguatepeque es de 78.5 % encontrándose por encima de la media en todo el país», indicó.

«El punto más importante de este esquema de índice de desarrollo humano está generado a través del ingreso per cápita que reciben los pobladores de Siguatepeque que indican que en el año 2020 el ingreso económico de la persona promedio fue de 2,400 dólares al año (58,008 lempiras) situación que se encuentra mejor que lo que acontece en el resto del país que es de 1,489 dólares anuales (35,989.13 lempiras), casi mil dólares por encima de la media nacional», comparó.
No obstante, el economista considera vergonzoso pensar que una persona pueda vivir con dos mil dólares al año, ya que representa un poco más de 50 mil lempiras: «Si esa cifra la dividimos en los 12 meses que tiene el año, apenas arroja la cantidad de 4,833 lempiras al mes (119.97 $),concluyó.
«Con respecto a la proliferación de recolectores de desechos sólidos en el municipio, en el pasado reciente no acostumbrábamos a verlos, lo mismo que a niños en las calles y personas en mendicidad, lo que implica que estamos superando los niveles de pobreza extrema ya que estas personas no se aseguran ni siquiera un techo o una alimentación para el siguiente periodo de comida»,opinó.

«Ya estamos entrando en un periodo de mendicidad, la actividad de los pepenadores o recolectores de basura comienza a ser una actividad importante que muchos lo catalogan como no meritoria, sin embargo sí existe un mercado para las latas, para los vidrios, madera, residuos sólidos como la chatarra y otros, entonces las personas al no conseguir una actividad económica se dedican a recolectar basura que no significa que sea indigno pero sí inhumano porque estamos viendo a personas literalmente compitiendo con zopilotes para adquirir una pieza para subsistencia y eso no es aceptable desde el punto de vista social», puntualizó. E.P.Com.






















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