El purpura de los derechos humanos

Ángela Marieta Sosa

Máster en Derechos Humanos

Las mujeres migrantes en el mundo representan un segmento importante y dos veces vulnerable de la población, por lo que este tema debe ser incorporado al debate sobre la migración y generar propuestas de soluciones estructurales a los factores de expulsión que influyen en la decisión de abandonar el país de origen, para que los gobiernos de América Latina apliquen políticas públicas viables.

Según datos de la OIM, las mujeres representan el 48% de los migrantes internacionales a nivel mundial, lo que significa que las mujeres continúan migrando solas, incluso como cabeza de familia.

Los datos muestran «la feminización de la migración» cuyas principales características son el riesgo de perecer en el tránsito y los desafíos al llegar al destino final, donde debido a la falta de información y coordinación se enfrentan a difíciles condiciones de las que solo pudiesen salir con la ayuda de programas humanitarios implementados por la comunidad.

La mujer migrante está vestida con el púrpura de los derechos humanos, y eso proviene del trágico humo morado del año 1911, que nos traslada a Nueva York en la primera década del siglo XX, una época en la que las trabajadoras sufrían duras e injustas condiciones laborales. Como ejemplo, en la industria textil, donde era común encerrar a las trabajadoras en las salas de las fábricas para evitar robos y que nadie pudiera abandonar su puesto durante las largas jornadas laborales.

El incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist provocó la muerte de 146 trabajadores, la mayoría jóvenes inmigrantes. Las puertas estaban cerradas lo cual explica el elevado número de víctimas. Y es que, se dice que en la fábrica se utilizaban grandes cantidades de tintes y telas de color morado o púrpura, lo que explica la enorme columna de humo de ese color, que salía del edificio,

Hoy, el púrpura de los derechos humanos de la mujer migrante, representa la lucha de las mujeres en el mundo por la igualdad y contra la discriminación. Simboliza también la lucha por los derechos de las trabajadoras y recuerda tanto el origen del movimiento como la necesidad de seguir avanzando, asimismo debe recordarnos que la mujer migrante es un ser humano lleno de contextos difíciles y necesitado de apoyo e información sobre sus derechos y deberes de cumplimiento de la Ley en un país que le está brindando una segunda oportunidad.

El Sistema Internacional de Protección de los Derechos Humanos cuenta con organizaciones de derechos de las mujeres que lideran importantes programas de apoyo multidimensional, pero aun son insuficientes, porque no tenemos un diagnóstico real de reversión o prevención de violaciones a los derechos de las mujeres.

Las políticas públicas acordes con la población vulnerable a la que se debe atender serán insuficientes si no se fortalecen los datos internacionales sobre las mujeres migrantes en los diferentes países de destino final. Actualmente, existen datos que se caracterizan por estar dispersos y atomizados en distintos repositorios de un sistema de derechos humanos que aún no parece alcanzar niveles importantes de articulación e impacto.

Al respecto, en el Portal de Datos Migratorios se informa que el Pacto Mundial para las Migraciones y la Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes exigen más datos sobre migración desglosados por sexo y edad, ya que esto apoya la formulación de políticas, la asignación de recursos y politicas más solidas, acciones para comprender y abordar las brechas y desigualdades en capacidades y vulnerabilidades a lo largo del proceso migratorio.

Las organizaciones comunitarias realizan un gran trabajo humanitario en este sentido, sin embargo, aún hay mucho por hacer, se necesitan sincronización y publicación de data, más campañas de sensibilización y articulación de redes de solidaridad de mujeres migrantes que sean sostenibles. En el mes de julio se celebra el Día Mundial de la Población, dentro del cual las mujeres representan un porcentaje mayoritariamente significativo, motivo suficiente para promover los derechos y deberes de este sector.

Finalmente, Mujer levántate, edúcate, protégete y empieza a tejer redes por la sostenibilidad para tu bienestar, empodérate de tus derechos y haz del morado de tu cuerpo, fruto de los obstáculos de la historia, una aromática y bella lavanda de verano.

 

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