Ángela Sosa: «Importancia de la Organización de Estados Americanos (OEA) Para las Américas»
A raíz del asunto electoral en Venezuela, el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), recibió críticas, a mi forma de ver, infundadas, le señalan de buscar ganar el premio nobel de la paz, pero, verdaderamente lo que él hace esta dentro del mandato de la referida Organización, ya que, dentro de los tantos propósitos de la OEA, se encuentra el de afianzar la paz y la seguridad del Continente.
Es de todos conocidos los esfuerzos enormes realizados por este organismo regional para propiciar puntos de encuentros en favor de solucionar las controversias en las Américas, naturalmente estos espacios por sus competencias no podrían responder justamente a lo que el pueblo de un Estado soberano exige ante un contexto difícil en donde es evidente la violación sostenida de derechos humanos.
La OEA además tiene como propósitos el de prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los Estados Miembros; organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión: procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que se susciten entre ellos, y promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo económico, social y cultural.
Consecuentemente el giro de sus funciones es predominantemente preventivo, garantista y solidario, lo que nos indica la vital importancia de este espacio para la libre expresión de los representantes estatales de cara a sus pares, pero también de frente a los pueblos de las Américas que expectantes observan su comportamiento y sus narrativas manifiestas sobre sus propios países o en relación con países ajenos.
¿Qué sería de las Américas si la OEA no existiera, dónde acudirían los Estados parte a expresar sus puntos de vista, sus condiciones, su contexto, su responsabilidad frente a la comunidad internacional?, por consiguiente, este espacio es insustituible y necesario para la oxigenación de las relaciones internacionales y regionales, así como también para la vigencia del pensamiento hemisférico sobre el respeto a los derechos humanos y la construcción de una cultura de paz.
Los países del hemisferio no pueden pretender que, una vez alcanzados los mas altos niveles de conflictividad interna, este organismo entre a resolverlos, cuando los pueblos son verdaderamente responsables de los tipos de gobernantes que tienen; mucho menos debería recriminársele a esta Organización aquellas posturas que por la naturaleza del cargo y dadas sus competencias son posicionadas frente a la comunidad internacional.
En ese sentido debemos saber que la OEA ha sido un organismo presente en las historias electorales de Venezuela, por ejemplo, el 5 de junio de 2018 emitió una Resolución (Aprobada en la cuarta sesión plenaria), que la letra reza: 1. Declarar que el proceso electoral desarrollado en Venezuela, que concluyó el 20 de mayo de 2018, carece de legitimidad por no cumplir con los estándares internacionales, por no haber contado con la participación de todos los actores políticos venezolanos y haberse desarrollado sin las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y democrático. 2. Reafirmar que, sólo a través de un diálogo nacional con la participación de todos los actores políticos y otros actores interesados venezolanos, se podrá alcanzar la reconciliación nacional y acordar las condiciones indispensables para celebrar un nuevo proceso electoral que refleje realmente la voluntad de los ciudadanos venezolanos y resuelva de manera pacífica la actual crisis en ese país. 3. Reiterar que ha ocurrido una alteración inconstitucional del orden constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, como fue declarado en la resolución CP/RES. 1078 (2108/17) del 3 de abril de 2017. 4. Urgir al Gobierno de Venezuela a dar pasos para garantizar la separación e independencia de los poderes constitucionales y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional, el Estado de Derecho y las garantías y libertades de la población.
Como pueden apreciar, lo manifiesto en procura de la paz y la democracia en Venezuela es de hace mucho, como también en relación con otros países. Es por todo lo anterior, que una de mis misiones profesionales, es contribuir a la comprensión ciudadana de roles en cuanto a los diferentes actores y organismos en materia de derechos humanos, lo cual generaría posturas más objetivas y llenas de conocimiento sobre el que hacer de cada organización que pertenece a este orden internacional. Dicho empoderamiento sería el inicio del fin de los estigmas antagónicos históricos y de la revictimización manipulada en materia de derechos fundamentales.