Una pulpería grande
Por: David Carías Dávila
Para todos es conocido los limitados recursos con que cuenta la municipalidad de Siguatepeque, comparado con las grandes necesidades que se requieren para mejorar los niveles de desarrollo económico y social. ¡Pues bien! Después de observar el comportamiento de las finanzas municipales durante los últimos 20 años, estoy convencido que lo que ha sucedido en realidad es que nuestra alcaldía ha estado manejada como una pulpería grande. En primer lugar, si usted tiene más de 30 años, debe estar, al menos en parte, consciente de lo que ha acontecido en el municipio en las últimas dos décadas; pues bien, durante el periodo del 2002 al 2022 la alcaldía reportó gastos por casi mil novecientos millones de Lempiras. Si lo piensa con seriedad, esa cantidad de recursos públicos deberían ser suficiente para una mejora tangible en la infraestructura productiva del Municipio; obviamente lo anterior presupone que las autoridades seguirían un plan orientador al desarrollo y no que primara la improvisación, el manejo cotidiano de la crisis y la orientación del gasto a corto plazo. Mil novecientos millones de Lempiras es mucho dinero para lo que se ha hecho. En segundo lugar, en el periodo revisado, se reportó que 841 millones de Lempiras se utilizaron en gastos capitalizables, lamentablemente estas pequeñas inversiones en infraestructura fueron erogadas satisfaciendo el clientelismo político y no utilizadas en inversiones estratégicas del municipio que mejoren nuestra productividad. Por otro lado, mil millones de Lempiras fueron utilizados en gastos corrientes de la alcaldía o dicho de otra forma, gastados en sueldos y salarios, compra de materiales y suministros y algunas trasferencias a patronatos. Mil millones de Lempiras pagados a los funcionarios municipales para que sean nuestros servidores públicos y manejen nuestros recursos. Un tercer punto, es que hay una verdad inexpugnable, la cual es: que no existen dineros públicos o regalados, todos los recursos que la alcaldía maneja los obtiene de los contribuyentes. Para Siguatepeque sabemos que en 20 años los obligados tributarios, o sea usted, sacaron de sus bolsillos y les entregaron a las autoridades municipales un poco más de mil millones de Lempiras para ser utilizados en el desarrollo del municipio. Lamentablemente estos recursos provienen en un 84% de la actividad económica del municipio o sea un 39% del impuesto a la industria, comercio y servicios, un 25% en concepto de derechos y un 20% en el pago de servicios municipales, convirtiendo así a la alcaldía en una carga financiera para la economía del municipio. Se debe comprender que un Gobierno Local con un sistema tributario eficiente obtiene sus recursos para financiar el desarrollo de la riqueza en el territorio, como son el impuesto a los bienes inmuebles (9%) y el impuesto personal (3%). En consecuencia, el sistema tributario que utiliza la alcaldía de Siguatepeque es anacrónico, ineficiente y económicamente regresivo. Es urgente e indispensable revisar el Plan de Arbitrios. También se reportaron como ingresos de capital, recursos por el orden de los 467 millones de Lempiras en concepto de transferencias y subsidios provenientes del Gobierno Central, los cuales, por principio económico, al igual que la venta de activos municipales deberían ser invertidos exclusivamente en la infraestructura productiva del municipio. Por último, el registro de las liquidaciones presupuestarias municipales presenta un desequilibrio financiero, en los 20 años revisados, por el orden de 190 millones de Lempiras, dicho de una forma más clara: un 10.14% de los registros municipales no tienen una explicación plausible de su fuente/origen o de su uso. David Carías Dávila, noviembre 2023 Page 2 of 2 Concluyendo, podría asegurar, que para los próximos 20 años, la alcaldía de Siguatepeque manejará recursos por mas de dos mil quinientos millones de Lempiras o sea será una pulpería más grande y es nuestra obligación, como sociedad velar que estos recursos sean la plataforma para financiar el desarrollo del municipio, por medio de un Plan de Desarrollo Ejecutable; transformando desde ya a la alcaldía en una institución eficiente y nuestros políticos en ciudadanos responsables de cumplir las leyes y ser verdaderos guías, promotores y facilitadores del desarrollo. Pasar De Una Pulpería Grande A Una Gran Pulpería. Entonces, ¿cuál sería nuestra responsabilidad como sociedad? Y ¿qué debemos procurar ahora mismo, con urgencia? 1. Exigir el cumplimiento de la Ley en cuanto a la presentación del presupuesto del 2024. Conformar un comité de apoyo a la Corporación Municipal para su discusión, aprobación y proceso de socialización. De lo contrario, como es costumbre se aprobará el presupuesto la última semana de diciembre del 2023 y llegará enero del 2024 y de nuevo se protestará, de forma extemporánea, sobre los impuestos municipales. 2. Revisar la nueva propuesta al Plan de Arbitrios Municipal para el 2024 y conjuntamente la sociedad civil y la Cámara de Comercio de Siguatepeque verificar su aplicabilidad. En particular la estructura tributaria del Municipio, garantizando que no se cobren servicios que no se prestan y que las tarifas estén directamente vinculados a cubrir el costo de los servicios prestados, así como lo expresa la Ley. Suscribir un Pacto Fiscal Local podría ser un paso en firme 3. Otorgarle al Consejo de Desarrollo Municipal, como apoyo a la Corporación Municipal, la potestad permanente de poner en vigencia, seguimiento y monitoreo del Plan de Desarrollo Municipal, con el apoyo de la academia universitaria instalada en el municipio. 4. Socializar el plan de inversión municipal de mediano plazo y verificarlo con el presupuesto anual. 5. Iniciar un programa de modernización institucional de la alcaldía municipal en donde se respete la continuidad de los funcionarios municipales y la carrera municipal, bajo los principios de meritocracia y profesionalismo, amparado con herramientas de administración efectivas. Además, erradicar el registro manual y validar los sistemas de administración financiera; introducir el egoberment que le ayuden al ciudadano y la validación de la eficiencia en los procesos operativos y administrativos, entre otros. 6. La unidad desconcentrada de agua debe eficientar la prestación del servicio y no conformarse publicitariamente con subir a la plataforma de transparencia información institucional. El verdadero reto es proveer de agua potable a los ciudadanos con calidad, cantidad y continuidad, que es la meta que el pueblo necesita desde hace más de 10 años de funcionamiento. Financieramente esta unidad reportará, anualmente, al menos cien millones de Lempiras adicionales al patrimonio del Municipio. Si lo políticos no cambian, entonces la sociedad es la que debe dar un paso al frente y transformar esta pulpería grande que es nuestro Gobierno Municipal de Siguatepeque a una gran empresa social de todos. David Carías Dávila.