Tránsfuga o Trásfuga
Por: Marlon Laguna
Antes de abordar este artículo de opinión, comenzaremos por definir la palabra tránsfuga o trásfuga. Según el diccionario de la Real Academia Española, estas dos palabras para el nombre masculino o femenino significan: persona que huye de una parte a otra o persona que abandona una organización política, empresarial o de otro género para pasarse a otra generalmente contraria. Equivalente a fugitivo, prófugo o desertor.
Partiendo de este axioma, el reciente cambio de partido político por parte de Jorge Cálix ha generado suspicacia y resquemores entre algunos militantes de Libertad y Refundación como también del Partido Liberal de Honduras (PL), ya que en el primer caso, estos lo acusan de traición y en el segundo, de no ser un auténtico liberal por no poseer militancia comprobada.
Vale la pena hacer la aclaración que esta percepción es, por lo menos, lo que se aprecia de las bases de dichos partidos políticos, ya que lo que columbran los dirigentes y directivos de estas instituciones es otra cosa.
Como era de esperarse, como consecuencia de este cambio de partido político por parte de Cálix, también ha traído cambios en otras estructuras y aspiraciones, como en el caso de diputaciones y alcaldías municipales.
Para muestra un botón: en el tema de algunos departamentos de Honduras, los diputados que antes trabajaban por Libre tendrán que hacerlo ahora por el PL, en la mayoría de los casos cambiando sus estructuras; cerrando espacios por un lado y abriendo grietas por el otro a lo interno de los re fundacionales y también del partido de la bandera rojo, blanco y rojo.
La participación directa del regidor municipal de Siguatepeque, Carlos Luis Reyes, precandidato a la alcaldía de esa ciudad por el PL, es un claro ejemplo, ya que muchos, no todos, se sorprendieron al verlo en televisión realizando una entrada triunfal junto a Jorge Cálix al momento en que este se presentaba ante el Central Ejecutivo para realizar los respectivos trámites de cambio de partido político.
Lo anterior ha generado una serie de comentarios y rechazos por parte de algunos militantes locales del PL, ya que consideran que no se puede votar y confiar en aspirantes que no son fieles a esa institución política. Pero eso es solamente una parte de la percepción pública, ya que también existen electores que miran con buenos ojos esa acción.
Si bien es cierto que el regidor liberal Carlos Luis Reyes tiene todo el derecho constitucional de participar en política con quien le convenga en sus aspiraciones, también es obvio que esta decisión no obedece a un cambio intempestivo de timón, sino que lógicamente era algo que ya estaba consensuado con Cálix, aun cuando este estaba firme en sus aspiraciones dentro del Partido de Libertad y Refundación.
Aquí la pregunta no es si es bueno o malo que el regidor Carlos Luis Reyes participe como precandidato a alcalde en el movimiento de Jorge Cálix, sino, si los militantes locales del PL miran con buenos ojos que un auténtico liberal participe en elecciones junto a un político tránsfuga o trásfuga como Jorge Càlix. El Palmerola Online.Com